Autora: Estela Pacheco
Promover una sana convivencia educativa también implica, entre otras cosas, instalar estrategias para la conservación de la salud mental de los integrantes de las comunidades escolares. Dentro de uno de los temas imperativos a tratar en la salud mental, está el suicidio en niños, niñas, adolescentes y jóvenes, el cual requiere atención inmediata y estrategias de intervención efectivas.
Según datos desde el Gobierno de Chile, el suicidio “es un problema de salud mental que afectan a 2 de cada 10 personas en Chile, donde cerca de 1.800 personas mueren al año en el país por suicido y por cada uno de estos, alrededor de 20 personas realizan un intento” (MINSAL 2019). A nivel mundial, cada año, más de 800.000 personas pierden la vida debido al suicidio, lo que representa una muerte cada 40 segundos.
La prevención del suicidio es posible si se toman medidas adecuada, pero para ello, es importante reconocer los signos de alerta, como la depresión, la ansiedad, el aislamiento social y los antecedentes de intentos de suicidio. Si alguien muestra estos signos, es fundamental brindarle apoyo y orientación.
Pero, ¿cómo promovemos la concientización y la acción para prevenir el suicidio? Lo importante es tomar medidas a nivel institucional y luego trabajar individualmente, con el fin de tener varios niveles de abordaje. He aquí algunas sugerencias:
- Hablar abiertamente sobre el suicidio: Una de las herramientas más importantes en la prevención del suicidio es promover un diálogo abierto sobre la salud mental y el bienestar emocional. A menudo, los estudiantes no buscan ayuda porque sienten vergüenza o miedo al estigma asociado con los problemas de salud mental. Al normalizar estas conversaciones, las escuelas pueden ayudar a reducir estos estigmas y alentar a los estudiantes a buscar apoyo.
- Programas de educación sobre bienestar emocional: Incluir en el currículum escolar programas de bienestar emocional y manejo del estrés puede ayudar a los estudiantes a comprender mejor sus emociones y buscar ayuda cuando sea necesario.
- Capacitación constante: Un factor clave en la prevención es entregar estrategias a docentes y equipos educativos para que reconozcan señales tempranas de problemas de salud mental y sepan cómo intervenir.
- Fomentar un entorno inclusivo: Las comunidades escolares que promueven un entorno seguro, respetuoso y de apoyo para todos los estudiantes tienden a reducir el riesgo de problemas de salud mental graves.
- Apoyo psicosocial: Asegurar que los estudiantes tengan acceso a consejería y servicios de salud mental, tanto dentro como fuera de la escuela, es crucial para intervenir de manera temprana.
La salud mental en los colegios está íntimamente relacionada con el riesgo de suicidio entre los estudiantes. Es vital que los colegios implementen estrategias integrales de prevención y apoyo, enfocadas en crear un entorno donde los estudiantes se sientan seguros, comprendidos y con acceso a los recursos necesarios para cuidar su bienestar emocional. Un enfoque preventivo y colaborativo entre la comunidad escolar y los profesionales de salud mental puede salvar vidas y mejorar el bienestar de las y los estudiantes.
Para saber más:
Ministerio de Salud (2019). Recomendaciones para la prevención de la conducta suicida en establecimientos educacionales. Programa Nacional de Prevención del Suicidio. Ministerio de Salud. Gobierno de Chile. https://www.gob.cl/noticias/minsal-lanzo-guia-de-recomendaciones-para-la-prevencion-de-la-conducta-suicida-en-establecimientos-educacionales/
Organización Panamericana de la Salud (2024). Día Mundial de la Prevención del Suicidio 2024: Cambiar la Narrativa .https://www.paho.org/es/eventos/dia-mundial-prevencion-suicidio-2024-cambiar-narrativa
Jiménez, A. et.al (2024), Recomendaciones para la Actualización del Programa Nacional de Prevención del Suicidio. Integrando participación territorial y evidencia. https://diprece.minsal.cl/wp-content/uploads/2024/04/Recomendaciones-para-la-Actualizacion-del-Programa-Nacional-de-Prevencion-del-Suicidio_v3.pdf